«Movimiento, deportes, juegos y gatos, algo muy sencillo como pretexto para la elaboración de mis pinturas, de mi trabajo. La danza como disciplina ha motivado también mucho mi estilo pictórico. La danza como creación del origen. Por consecuencia el juego, jugar y llegar a la abstracción del tiempo, del cuerpo, de la forma.
Que pintura se divierte con la lúdica, con la improvisación y las armonías colorimétricas.
Luego la música como incitadora de movimiento, no sé cuál de la una o la otra, pero siento los rojos de violín o los blancos azules de piano.
Los estudios en la Escuela Popular de Artes han sido fundamentales en la construcción de la obra, aun así no me quejo de la educación que nos vino de Europa, aun así sentimos el jugo de naranja o el mango con sal.
El juego con el disco volador ha dado también una forma de acercarme a la pintura desde el performance, la forma de actuar en la pintura, el gesto y movimiento del color».
– Pablo Azul –